Olimerca.- Una vez más el aceite de oliva ha sido el eje informativo en la jornada organizada por el periódico El Economista. Un encuentro al que han acudido Jaime Lillo, director adjunto del Consejo Oleícola Internacional, Antonio Luque, Presidente de Dcoop, Pedro Barato, presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Gonzalo Guillén, Presidente de Anierac Wenceslao Moreda, investigador del CSIC, Instituto de la Grasa de Sevilla y Juan Vilar, analista del sector.
En el acto de apertura, Jaime Lillo no ha dudado en afirmar que aunque España tiene el mérito de haber triplicado el valor de sus exportaciones de aceite de oliva, todavía necesita el establecimiento de mejores estrategias de comercialización y reflexionar sobre la calidad de nuestras producciones, dado que nos enfrentamos a nuevos consumidores a los que tenemos que ofrecer seguridad, trazabilidad y garantía de calidad.
Gonzalo Guillén afirmó que, aunque hemos conseguido hitos muy importantes, todavía seguimos echándonos problemas encima, sin saber cómo defendernos o buscar quien nos defienda. Y el claro ejemplo lo tenemos con la cata organoléptica, que necesita de mejorarse para evitar la inseguridad jurídica. Por otra parte, Guillén afirmó que es necesario hacer más inversiones en promoción para poner en valor el aceite de oliva en los mercados.
Antonio Luque afirmó que ante las nuevas plantaciones que se están haciendo en numerosos países, España tiene que liderar la producción de aceite de oliva virgen de calidad, que será posible si seguimos mejorando la tecnología de nuestras almazaras y nuestras bodegas. Y sobre todo que el Panel Test no sea utilizado como freno en el proceso de comercialización.
A continuación Luque reconoció la escasa apuesta de las empresas por la investigación, algo muy extendido en Italia, y que nos deja en desventaja respecto a la competencia; por lo que pidió mayor coordinación entre todos.
Wenceslao Moreda destacó el importante trabajo realizado por los envasadores y exportadores que han conseguido con sus marcas alcanzar las máximas cotas de calidad y de galardones en todo el mundo. No obstante, Moreda reconoció que España le falta todavía liderar la opinión acerca de la calidad, así como la formación en esta línea.
No obstante, llamó la atención sobre el problema del Panel Test afirmando que “ la valoración organoléptica nunca ha sido un problema hasta que ha sido utilizada para controlar la calidad de los aceites de oliva”. Y es que según Moreda, todas las medidas analíticas tienen su incertidumbre.
Juan Vilar, puso sobre la mesa el riesgo de abandono que tiene nuestro cultivo de olivar más marginal, que supondría la pérdida del 8/10% del total de toda la superficie ante la pérdida de competitividad y el auge de las nuevas plantaciones. En total en España tenemos 360.000 ha de olivar de baja producción, por lo que reafirmó la importancia de seguir haciendo acciones de promoción para dinamizar el consumo.
Por último, a la hora de hablar de precios, todos los ponentes no dudaron en afirmar que hay que buscar un nivel de precios ajustado a la diferenciación del tipo de cultivos, de variedades o características, porque la vanalización del producto es una irresponsabilidad.
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