En los hogares españoles en 2011 se consumieron un total de 610 millones de litros de los distintos aceites, lo que representa un descenso del 1,8% respecto al año anterior, según el estudio sobre el consumo alimentario realizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Esta reducción afectó principalmente al aceite de girasol, cuyo consumo disminuyó un 4,3%, mientras que el conjunto de los diferentes aceites de oliva disminuyeron un 0,7%. Dentro de la familia de los aceites de oliva, el aceite de oliva virgen cayó un 1,7% y el de oliva sólo un 0,1% respecto a 2010.
Las cifras globales del estudio reflejan que el consumo en volumen disminuyó un 0,7% mientras que su gasto aumentó un 0,6% ascendiendo a 67.520 millones de euros debido a que los precios medios aumentaron un 1,3% respecto a 2010.
De los datos de este estudio de 2011 se extrae que los retirados consumen más productos frescos mientras que los hogares con niños priman los productos fáciles de preparar. Es destacable que sólo en la cesta de los retirados el aceite de oliva es uno de los productos que más se consume.
23 de marzo de 2012