La venta de aceite de oliva vive un momento muy dulce, pese a que los productores están amargados por el precio. El ritmo de comercialización avanza mes a mes con registros históricos gracias a que el consumo internacional sigue «disparado» y la demanda en España sube poco a poco. La frase «Cerrado por vacaciones» no va con el sector del aceite de oliva. Y eso que en los últimos años bajaba considerablemente el ritmo de comercialización en julio, y en agosto presentaba un «pulso» muy débil. Sin embargo, en esta campaña, también se acabará con esta costumbre. La Agencia para el Aceite de Oliva publica las cifras oficiales el último martes de cada mes, aunque las cooperativas, almazaras, envasadores y otros agentes del mercado, prácticamente, ya han facilitado los datos —lo hacen antes del 11 de cada mes, salvo las de menores dimensiones porque sus cifras tienen menos trascendencia en los mercados—, a los que ha tenido acceso Diario JAEN. En ellos se ve con claridad que la compra y venta de aceite de oliva no se ha parado por las vacaciones. El motivo está, principalmente, en que los operadores del mercado —al igual que la mayoría de las empresas del país— encuentran serias restricciones en el acceso a los créditos, por lo que se va a por aceite cuando hace falta en vez de solicitar préstamos para adquirirlo y tenerlo en reserva. De ahí que julio fue un mes activo en compras y agosto también lo será, aunque se espera que algo menos.
Los envasadores tienen un poco de menos aceite, pero porque han disminuido el ritmo de compra por las vacaciones, aunque sin llegar a los niveles de otros años. Poseen 123.000, lo que representa 10.000 menos. No obstante, mantienen su margen de «seguridad» que les garantiza compras ordenadas y sin «sobresaltos».