La Asociación Nacional de Industriales y Envasadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) viene históricamente poniendo de manifiesto el uso que las grandes superficies de distribución alimentaria hacen del aceite, tanto de oliva como de girasol, como producto reclamo, vendiendo incluso por debajo de su precio de coste en su lucha por atraer a los clientes y como parte de su posicionamiento comercial. Esta práctica, al principio ocasional, se ha convertido en habitual.
Lamentablemente para nuestro sector, las consecuencias son muy negativas, y partiendo de la incongruencia de que se haya convertido en normal encontrar precios en los puntos de venta más bajos que los del producto en origen, se produce una seria distorsión de precios en el mercado, y se le resta valor a todos los escalones de la cadena comercial implicados en su producción y fabricación.
Pedro Rubio, presidente de ANIERAC, ha manifestado en diversas ocasiones su preocupación: «los precios excesivamente bajos del aceite que se pueden encontrar en los lineales responden a una estrategia de la distribución que presenta al consumidor este producto básico en la cesta de la compra de los españoles para captar su atención y conseguir que acudan a sus establecimientos».
Pedro Rubio considera que «con ello se impide el normal desenvolvimiento del mercado, presionando a la baja las cotizaciones en origen y perjudicando a todos los que trabajan para que este producto llegue al consumidor español con una alta calidad».
Consciente de esta situación, ANIERAC ha intensificado en los últimos meses su actividad en defensa de la clarificación de los precios en el mercado. Durante las últimas semanas ha mantenido reuniones con la Administración y con los distintos colectivos del sector (las organizaciones agrarias-ASAJA y COAG y UPA, las cooperativas agroalimentarias-FAECA, las almazaras industriales-INFAOLIVA y la asociación de exportadores de aceite de oliva-ASOLIVA) en busca de su apoyo para tomar medidas dirigidas a normalizar la situación del mercado tanto del oliva como del girasol.
Uno de los objetivos es conseguir que la distribución tome conciencia de que una actuación, que en principio podría ser legítima realizada de forma ocasional y puntual, está alterando seriamente el libre funcionamiento de la oferta y la demanda a la hora de fijar los precios, lo que perjudica a todos los miembros de un sector que está realizando un importante esfuerzo para mejorar y difundir la calidad de sus aceites tanto dentro como fuera de nuestro país.
21 de febrero de 2011